Gracias, hermano
Después de haber pasado ya unos días y de haber asimilado toda la ilusión vivida, creo que ha llegado el momento de dar las gracias desde el corazón. 
Gracias a todos los que están detrás de este club tan grande como es el AD Ceuta. A todos los que lo hacen posible, día a día, con esfuerzo, con pasión y sin buscar protagonismo. 
Pero hoy, especialmente, quiero detenerme en una persona muy importante para mí: mi hermano Enrique .
Enrique más conocido como Kike  siempre ha estado ahí, en la sombra, donde no se ve, sin querer figurar, sin buscar aplausos. No le gusta aparentar ni que hablen de él, pero lo vive como el que más. Sufre, siente y lucha por el Ceuta como si fuese una extensión de su alma.
Aún recuerdo cuando era niño, en el garaje de mi padre en el puerto… las banderas, los carteles, todo aquello que para mí era un misterio, pero que para mi hermano era Ceuta. Yo le preguntaba: “Hermano, ¿esto qué es?”. Y él, con una sonrisa, me decía: “Esto es del Ceuta”.
Toda la vida ha estado pegado al club. Toda una vida de amor por unos colores, de idas al estadio, de desilusiones, de alegrías, de alguna que otra recarga de frustración... y, sobre todo, de entrega.
Pocos iban a decirle "gracias" cuando todo iba bien. Pero muchos se acercaban a él para pedirle que echara entrenadores, para criticar sin pensar en el esfuerzo. Así es esta ciudad a veces. Pero él siempre ahí, con temple, con trabajo, con humildad.
Por eso, hoy te digo públicamente que estoy muy orgulloso de ti, hermano. 
Gracias a ti, a tu equipo, y por supuesto a nuestro presidente Luhay Hamido, nos habéis devuelto la ilusión. Habéis devuelto la esperanza y el orgullo a todo el pueblo de Ceuta.
Gracias de corazón.
